Los calentadores catalíticos difieren del calentamiento convencional con la introducción del catalizador. La temperatura normal de ignición del gas natural en el aire es de aproximadamente 683 °C. En presencia de un catalizador, la reacción ocurre con suficiente velocidad para iniciar una reacción en cadena a 107 °C. Siempre que se suministre gas natural y oxígeno, la reacción catalítica continuará sin llama, generando una cantidad similar de calor como si el gas se hubiera quemado. El calentador emitirá energía infrarroja, con la temperatura de la cara del calentador entre 426 °C y 482 °C.

Los calentadores catalíticos emiten calor en forma de energía infrarroja de onda larga, que puede ser absorbida más fácilmente por la mayoría de los materiales. El calor sin llama producido a una temperatura reducida hace que los calentadores catalíticos sean adecuados para muchas aplicaciones de curado y secado de pinturas y recubrimientos en polvo.